opinión: La derrota de Perú y la repercusión política (similar a lo que pasa en Ecuador?
Editorial del diario La Republica:
La derrota nunca es fácil de aceptar. Pero la realidad se impone y ahora sabemos que estuvimos a un penal de alcanzar la clasificación, aunque no logramos estar a la altura del reto. El seleccionado peruano de fútbol perdió ante la escuadra de Australia, y no podrá estar en el Mundial de fútbol Qatar 2022.
Habrá quienes se ocuparán de analizar el paso a paso de la jornada deportiva, los aciertos y errores. A nosotros nos importa el efecto de este resultado en el ánimo colectivo y en el escenario político.
La marcada polarización parece aliviarse en jornadas deportivas como estas, donde se flexibilizan las distancias y las personas se sienten identificadas unas con otras. Cuando el sueño y la música del ‘Contigo, Perú’ cesan, retornan todas nuestras distancias y posiciones habituales.
Por lo pronto, el resultado del partido de repechaje a quien menos parece favorecer es al presidente Pedro Castillo. Una cosa es gobernar con una ciudadanía pendiente de su selección para ir a su próximo Mundial. Otra será la situación cotidiana sin esa distracción y con todos los pasivos que ya muestra su gestión, a escasos 11 meses de iniciada.
De nada valió la declaración de feriado, pese a ser lunes y a la perentoria necesidad de las mayorías de trabajar para recuperar el tiempo perdido. Se tomó la decisión en el Consejo de Ministros, pero llegaron los anuncios sectoriales de que se mantendría la atención al público, a pesar de lo dispuesto.
El Congreso será sin duda otro afectado por el resultado adverso. Las acciones adoptadas en esta legislatura, como la contrarreforma educativa, entre otros retrocesos, están dando lugar a la paulatina protesta callejera, ahora que parece alejarse el efecto de la pandemia. Las movilizaciones en Ayacucho y en otras ciudades del país ya están mostrando esta tendencia.
Los escenarios políticos se muestran complicados. El combustible se mantiene al alza, se requieren medidas urgentes para superar la crisis alimentaria, las comunidades mineras siguen en pie de lucha y tanto el Ejecutivo como el Legislativo van cuesta abajo en las encuestas, y cada vez gana más fuerza la consigna de que se vayan todos.
Pese a las dificultades, los escollos y las derrotas, el Perú ha sido capaz de ponerse de pie y echar a andar. Lo ha hecho antes, lo hará sin duda ahora. No alcanzó para llegar a Qatar, pero no importa. Contigo, Perú, siempre.
