Ecuador: Estudiante de Medicina de la U. Central cuenta lo que pasó en clase de farmacología
Stefani M. es la estudiante de octavo semestre de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central, que recibió los gritos del profesor José Augusto D., que se hicieron virales. Desde los 5 años quiso ser médica, su madre murió un año más tarde con cáncer al útero. «En los últimos recuerdos que tengo de ella, yo jugaba a que era médica», cuenta. Este jueves 14 de enero del 2021 conversó con EL COMERCIO. «Pese a todo me siento tranquila. Nunca he sufrido este tipo de maltratos ni en casa ni en las aulas. Esta vez trascendió lo que me dice a mí, por el video que se difundió. En ningún momento le mentí. No pongo en duda que pueda ser buen médico, pero no tuve la oportunidad de conocer al maestro del que muchos hablan, ya que durante este semestre no recibí una sola clase y las veces que se dirigió a nosotros fue prepotente y grosero. En esta entrevista deseo darles las gracias al rector de la Universidad Central, Fernando Sempértegui; a la doctora Lucy Baldeón y más que nada a mis compañeros. Nunca quisimos que esto se conviertiera en un tema para hacer polémica, solo que quede constancia de que estas cosas no pueden pasar». ¿Qué pasó antes de los dos minutos y 29 segundos, en los que se observa parte de la clase de farmacología? La estudiante relata que debían hacer una exposición. Ella integraba un grupo de seis compañeros. «Nos organizamos, todo estaba listo, no sé en el último momento qué pasó, pero mi compañera se desconectó. Ella tenía que exponer, luego de que lo hiciera yo, que ya había acabado mi parte. De pronto me fijé que se cortó, se desconectó. Yo seguí; justo la semana anterior tuvimos otro inconveniente de ese tipo, el profesor dijo que el grupo tiene que salir como sea, que debíamos apoyarnos. El problema no tenía que ser conmigo, no soy mentirosa, todos en el chat estábamos listos, se había dividido todo. Como se dieron cuenta, no me imaginé que esto terminaría así; no respondí nada, gracias a Dios, de lo contrario habría sido otra la historia». ¿Antes de lo ocurrido el martes 12, en la clase, ella o sus compañeros han recibido gritos u otro tipo de maltratos de más profesores? Stefani dice que nunca. Admite que, como todos, sí ha tenido llamados de atención de maestros que han sido respetuosos. «Entonces creo que debido a eso, en el momento de esta clase no supe cómo actuar. Es la primera vez que ocurre, menos mal el video se corta porque yo terminé llorando. Quizá algunos lo hubieran tomado como broma. No supe cómo actuar, bajé la voz, nunca había estado expuesta a este tipo de situaciones; mi papá nunca me ha alzado la voz. He tenido muy buenos docentes, no han recurrido a estas medidas, no han perdido el control en estos años en la facultad». Quince estudiantes integran este grupo de octavo semestre, que enfrentó los gritos del profesor, que le dice carajo a la estudiante; le grita que no le levante la voz pero ella siempre se mantiene tranquila, con un tono de voz muy bajo. Ellos están practicando en un hospital de Quito. «Nos sentimos cansados, ya que no era la primera vez. Por eso todos me apoyaron y denunciamos. Me hace sentir bien ver que desde el principio tuve apoyo de autoridades. La doctora Lucy Baldeón, Bienestar Estudiantil y el Rector nos han dado la mano de forma impresionante, ha sido súper ágil el proceso. Nos abrieron muchas puertas. Hoy recibimos la primera clase con el nuevo docente de Farmacología». El padre de Stefani se ha mantenido calmado. Él ingresó rápidamente a su habitación, cuando desde la sala escuchó los gritos del profesor, el martes en la tarde. «Incluso me aconsejó no guardar resentimientos; me repite que las personas cometen errores. ‘Perdónalo aunque no te haya presentado una disculpa'». La muchacha asegura que ella y sus compañeros de octavo semestre de la Universidad Central solo quieren que las personas tomen conciencia sobre lo que son los maltratos en las aulas. «No está bien que alguien sea prepotente, falte al respeto. Tendrá sus problemas, hay que tener vocación para enseñar. Me alegra sentir el respaldo de compañeros de otras facultades. Gracias a todos».
Fuente Diario El Comercio.com