Rusia ataca en el oeste de Ucrania y se aproxima al territorio de la UE y la OTAN

Las fuerzas de Putin bombardean Lutsk, a 87 kilómetros de Polonia, Ivano-Frankivsk, a 153 de Rumania, y Dnipró. Moscú anuncia que 16.000 combatientes de Oriente Próximo lucharán en la guerra.

Las fuerzas del Kremlin han extendido sus ataques este viernes a las inmediaciones de dos localidades del oeste del país, muy cerca de las fronteras con dos Estados miembros de la UE y la OTAN, Polonia y Rumania; también han alcanzado el centro-este de Ucrania.

Pasado el mediodía volvían a sonar las alarmas a las puertas de la base de Lutsk —a 87 kilómetros de Polonia—, tras el ataque que sufrió de madrugada. Grupos de militares corrían para ponerse a cubierto ante la posibilidad de una nueva ofensiva. Mientras, familiares de los trabajadores de la base y una docena de periodistas internacionales esperaban fuera, ya que se les impedía el paso.

Eran las 4,37 de la madrugada cuando Anatolyi, de 55 años, escuchó por vez primeras las alarmas, pero no fue hasta las 5,45 cuando sintió el avión y el estruendo del ataque. Anatoliy, vestido de militar y con zuecos negros de goma, es el guarda de una planta de tratamiento de áridos y almacenamiento de leña que linda con la base aérea militar en la que han muerto los cuatro uniformados ucranios. Desde aquí se ven los daños causados en uno de los edificios de las instalaciones del Ejército, adonde no autorizan el paso a los reporteros, justo frente a las ventanas reventadas de las instalaciones de la planta en la que trabaja Anatoliy. Ya aparecen cubiertas con plástico negro que sustituye a los cristales. Anatoliy cuanta sin inmutarse que ya le tocó ser testigo de unos de los primeros ataques de la guerra, en la madrugada del 24 de febrero, contra esta misma base, aunque no hubo víctimas mortales.

No lejos del escenario del ataque, llevado a cabo hasta ahora por el Ejército ruso, más al oeste, una hilera de tumbas de militares luce flores de colores que se iluminan con el sol del atardecer mientras una bandera ucrania flamea al viento. El sepulturero de este camposanto de Harazdzha, Yuri, de 56 años, muestra la tumba del último militar muerto en el frente enterrado aquí. Se trata de Ilya Symonovych, nacido el 3 de septiembre de 2002 y muerto a los 19 años el 25 de febrero pasado.

(El Pais, España)