Hombre que sobrevivió a inyección letal murió de Covid 19
En el 2009, el nombre de Romell Broom- un hombre condenado a muerte por haber asesinado a Tryna Middleton, una adolescente de 14 años en 1984- saltó a los medios. Fue la primera persona del estado de Ohio que sobrevivió a la inyección letal, pues los oficiales de la prisión donde debía ser ejecutado no encontraron una vena lo suficientemente fuerte para administrar el coctel de drogas que debía acabar con su vida. A finales del 2020, 11 años después, su nombre volvió a los titulares luego de que se conoció que murió en el ‘corredor de la muerte’ de la prisión en la que se encontraba recluido, tras haber contraído covid-19. Así lo reportan medios locales. Bessye Middleton, la madre de Tryna, aseguró el miércoles 30 de diciembre del 2020 sentirse un poco aliviada, pues ni ella ni su familia debían enfrentarse más a las apelaciones que buscaban absolver a Broom de su sentencia. Broom murió el pasado lunes 28 de diciembre del 2020 y se convirtió en el segundo condenado a muerte del estado de Ohio que pierde la vida tras contagiare con coronavirus. El primero fue James Frazier, quien falleció en noviembre, según el medio local Cleveland.com «El Señor se ocupó de todo», aseguró Bessye. «Mi hija no va a volver y él se ha ido. Y ya no tendré que ir a la corte más ni preocuparme por la ejecución», dijo la madre de la adolescente que fue asesinada. En el 2009, los oficiales que debían ejecutar a Broom pasaron más de dos horas intentando ejecutar la sentencia de muerte que había sido dictada por un tribunal en su contra. De acuerdo con el medio local, intentaron administrarle la inyección letal en 18 ocasiones, pero no tuvieron éxito. Por ello, se pospuso su ejecución y esta debía realizarse en marzo del 2022. Lo sucedido con Broom en el 2009 se convirtió en un hecho insignia para quienes luchan por la abolición de la pena de muerte en EE.UU. «Es una de las ejecuciones fallidas más significantes de la historia americana», dijo el director ejecutivo del Centro de Información de la Pena de Muerte, Robert Dunhan. «Este caso, más que cualquier otro, demuestra los peligros de intentar llevar a cabo estos procedimientos. La inyección letal parece ser un procedimiento médico, pero es administrada por personal que no es médico», aseguró Dunhan a Cleveland.com Tras la fallida ejecución del 2009, los abogados del privado de la libertad han intentado revertir su sentencia argumentando que el volver a intentar matarlo con la inyección sería un castigo cruel e inusual. Sin embargo, la Corte Suprema del estado de Ohio rechazó la apelación. El privado de la libertad, que tenía 64 años, era una de las 130 personas que esperan su ejecución en el ‘corredor de la muerte’ del estado de Ohio. Es el decimoséptimo condenado a la pena capital que ha fallecido en EE.UU., debido al coronavirus.