Megasequías, precipitaciones extremas, deshielo y deforestación, el cambio climático en América Latina
Esos fenómenos meteorológicos no son el futuro. Están sucediendo ya. Y ese impacto, junto con el del COVID-19, está afectando no solo a la biodiversidad de la región, sino que también alcanza dimensiones económico-sociales como el avance de la pobreza, el hambre y la desigualdad.
El tiempo extremo y los impactos del cambio climático, como la sequías y precipitaciones extremas, las olas de calor terrestres y marinas y el derretimiento de los glaciares, están afectando ya a la región de América Latina y el Caribe, desde la Amazonia hasta los Andes y desde las aguas del Pacífico y el Atlántico hasta los fondos nevados de la Patagonia.
Ante ese panorama, el Informe sobre el estado del clima en América Latina y el Caribe 2021 de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) pone de manifiesto las profundas repercusiones en los ecosistemas, la seguridad alimentaria y del agua, la salud humana y la pobreza.
El documento revela, entre otros impactos medioambientales, que las tasas de deforestación en la región fueron las más altas desde 2009, en un golpe tanto para el medio ambiente como para la mitigación del cambio climático. Mientras, los glaciares andinos perdieron más del 30% de su superficie en menos de 50 años. Y la «megasequía de Chile Central» es la más larga en al menos 1000 años.
«El informe muestra que los riesgos hidrometeorológicos, como las sequías, las olas de calor, las olas de frío, los ciclones tropicales y las inundaciones, han provocado, lamentablemente, la pérdida de cientos de vidas, graves daños a la producción de cultivos y a las infraestructuras y desplazamientos humanos», dijo el secretario general de la agencia de la ONU autora del informe, el profesor Petteri Taalas.
Cambio climático y COVID-19, un camino hacia atrás
«Se prevé que el aumento del nivel del mar y el calentamiento de los océanos sigan afectando a los medios de subsistencia, el turismo, la salud, la alimentación, la energía y la seguridad del agua en las zonas costeras, especialmente en las pequeñas islas y en los países de América Central. Para muchas ciudades andinas, el deshielo de los glaciares representa la pérdida de una importante fuente de agua dulce que actualmente se utiliza para uso doméstico, riego y energía hidroeléctrica. En Sudamérica, la continua degradación de la selva amazónica sigue siendo una de las principales preocupaciones para la región, pero también para el clima mundial, teniendo en cuenta el papel de la selva en el ciclo del carbono», dijo el profesor Taalas.
El informe se dio a conocer durante una Conferencia Técnica Regional de la OMM para los países de América del Sur, organizada por la OMM en Cartagena (Colombia) este viernes 22 de julio de 2022.
Se trata del segundo año que la Organización Meteorológica Mundial elabora este informe regional anual, que proporciona a los responsables de la toma de decisiones información más precisa y localizada para que puedan tomar medidas.
«El empeoramiento del cambio climático y los efectos agravados de la pandemia del COVID-19 no solo han afectado a la biodiversidad de la región, sino que también han estancado décadas de progreso contra la pobreza, la inseguridad alimentaria y la reducción de la desigualdad en la región», dijo Mario Cimoli de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Para Cimoli, abordar esos desafíos, que se encuentran interconectados, requiere una colaboración a su vez interconectada e “informada por la ciencia».