Napo: En Chonta Punta abandonan las casas tras amenazas de Comandos de Frontera, grupo integrado por disidentes de la extinta organización guerrillera.
(diario Extra) Juan habla con temor. La situación de inseguridad que vive con sus vecinos en Chonta Punta, parroquia ubicada en Napo (cercana a la frontera con Orellana), parecía lejana, pero se reveló violentamente debido a un sicariato en Tena, capital de esa provincia, ocurrido el 18 de enero de este 2025 a manos de asesinos pertenecientes al grupo narco-colombiano Comandos de Frontera.

“Desde hace un tiempo comenzaron a robar en los pocos domicilios que hay acá y también hubo extorsiones a los dueños de tiendas”, contó este hombre a EXTRA. Chonta Punta se caracteriza por albergar a un 90% de población indígena, de nacionalidad quichua, según Juan, quien fue dirigente de la zona.
Por eso, decidieron organizar grupos de guardias comunales para combatir la inseguridad. Y cuando ocurrió el asesinato en Tena, durante el fin de semana pasado, se activaron estas agrupaciones porque llegó la alerta de que los sicarios pretendían huir por su territorio hacia Orellana a bordo de una motocicleta. “Previamente, supimos que otros sujetos (que no tenían nada que ver con ese crimen) habían robado en una tienda de nuestro sector. La gente empezó a seguirlos y prácticamente hubo una confusión”, relató Juan.
Aquellos delincuentes huyeron, pero por la misma zona pasaron los sicarios, quienes fueron acorralados por los comuneros, que les quemaron la moto en la que se movilizaban. Los pillos se adentraron en la selva, lo que desató la ira del grupo Comandos de Frontera.



Este grupo tiene control en zonas
cocaleras del sector conocido
como Bajo Putumayo (Colombia).
Este se encuentra directamente
colindante con la provincia de
Putumayo de Ecuador.
La Policía y la Fiscalía realizaron
operativos el 29 de agosto de 2024
en Santo Domingo de los Tsáchilas,
Pichincha, Sucumbíos, Guayas y
Orellana. Detuvo a 16 criminales y se
reveló la forma en la que
‘trabajaban’ Comandos de Frontera
con sus operarios ecuatorianos:
habían perfeccionado técnicas de
lavado de dinero a través de
empresas de fachada, transferencias
internacionales y el uso de paraísos
fiscales.
Desde 2020, las Fuerzas Armadas
han encontrado zonas de
descanso de estos grupos, pero a
partir de 2024 se reveló su ingreso
al país a través de Sucumbíos y su
llegada a la provincia de Orellana.
Carlos Álvarez
- Líder de la organización y
coordinador principal del
tráfico internacional de
drogas, producto de estas
actividades ha consolidado
un imperio económico a
través del lavado de
activos involucrando a sus
dos hijos. - Sus negocios se
extendieron desde España
hasta Dubai.
Cabecillas ecuatorianos
Son desmovilizados del Frente 48 (encargado de actividades transnacionales) y
del Frente 42 (a cargo de la logística armamentista) de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC).
Además se integraron miembros de un grupo llamado La Constru.
Su actual cabecilla se llama Geovanny Andrés Rojas, alias Araña, uno de los más
buscados en las listas de Ecuador.
Ingreso e influencia de
Comandos de la Frontera
Juan Carlos Chulca (Chavalo)
- Líder en el nivel medio operativo de
la organización es el nexo con el
GAC “Comandos de la Frontera”
antes de su detención mantenía el
control de la producción de
alcaloide de laboratorios asentados
en territorio colombiano y
coordinaba el transporte del mismo
en vehículos especialmente de
carga pesada con compartimentos
ocultos hasta sitios de
almacenamiento temporal.
Aldair Orellana
- Persona de confianza de
Chavalo. Tenía como función
principal la coordinación para
la seguridad de personas y
actividades ilícitas de la
organización, así como el
apoyo en actividades de lavado
de activos mediante empresas
constituidas ilegalmente que
le permitieron la adquisición
de bienes muebles e
inmuebles de alto valor.
Fuentes: Mario Pazmiño, exjefe de Inteligencia militar, María Fernanda Noboa, experta en seguridad, Policía Nacional, Judicatura.
Los desplazamientos a causa de este grave problema
A través de un video, estos delincuentes colombianos mostraron su malestar por la activación de las guardias indígenas que no dejaban escapar a sus gatilleros. Un individuo envió un mensaje amenazante y justificó el crimen cometido en Tena contra un hombre que tenía una concesión minera en esa ciudad, pero que era oriundo de El Oro, provincia que también sufre por la inclemencia de organizaciones criminales, principalmente debido a la minería ilegal.

“Los vamos a matar por meterse en cosas que no les importan. El señor que se murió en el Tena falleció por problemas de narcotráfico. Él nos debía droga y no quiso pagar. Entonces no se metan en esos problemas ajenos”, replicó el criminal en la grabación que se viralizó en internet, donde aparecía cubierto con un pasamontañas y armado con armas de grueso calibre.
Y el terror llegó tras el anuncio. Aquellos dos hombres, presuntos autores del sicariato, fueron grabados durante su paso por Chonta Punta. Tiempo después, aparecieron muertos con múltiples disparos, según una fuente consultada por EXTRA. Hasta el cierre de esta edición, las autoridades no habían difundido sus identidades ni determinado quiénes serían los autores del doble asesinato.